Busco y busco las palabras para confesarte mi sorpresa. Decidiste entonces que tus descubrimientos sean tangibles, acercaste con decisión tu mano, sin importar que las espinas se puedan clavar en tus dedos... Valiente, valiente!
Ahora me correspondería a mí aprender de tu ejemplo. Pero no encuentro la manera de responder a tu solicitud sin evidenciarme por completo. Podría decirte que el nombre de nuestro personaje en común lleva una A en el medio, pero seguro me odiarás por abrirte con eso tantas y tantas posibles identidades.
Mi linda Marieta, tampoco quiero agotar este juego de imaginación y adivinanza. Me asusta un poco que me descubras sin que antes hayas podido conocerme un poco más allá de las convenciones obvias de dos personas que se dan la mano. Entonces, entonces? Te dejo por ahora nuevamente sin respuestas? No, no, no, también tengo que aportar algo, supongo...
Veamos, veamos... un guiño desde el fondo del alma. Las vueltas de tu imaginación van por el rumbo correcto, has logrado percibir mi cuerpo de mujer, con las alas de ángel que tú me has prestado. Vamos orientando entonces las cábalas hacia este frágil universo tan lleno de rayos de fuerza, qué te parece?
A cambio de la alegría que me produce este encuentro contigo a través de imágenes y palabras, estoy dispuesta entonces a enfrentarme también a las espinas y comprobar así qué tan lejos pueden llegar los límites del no-dolor. Sigamos con las pistas, a ver a donde nos llevan...
Para que veas lo rápido que es el corazón para enredarse, ya apenas unas horas después de mi mensaje anterior estoy acá de nuevo estrenando un par de arruguitas en el alma. Qué problema! Cuándo me sanaré por completo de esta manía de momentos de fragilidad y duda?
Ojalá pueda leerte pronto de nuevo. Me hace falta tu presencia... Besos!
Jajajaja, mi querido Dédalus, no podía menos que contar con tu excelente sentido del humor! Ya ves, Marieta, cómo ellos mismos se van delatando, y poco a poco se irán candidatizando uno a uno para ser el amigo fantasma que nos ha llevado a encontrarnos. Pues sí, con algo de suerte puede que sea Dédalus, con todas las vueltas que da la vida de vez en cuando!
Besos, besos, a Marieta y a todos sus amigos con una A en el medio...
Depende de la anestesia de todo dedo, de la frialdad del pinchazo, de la sequía en tono sepia que nos deja el cactus al llevarse nuestra sangre a su secreto cardumen de jugos. Besos.
Seguramente te ha pasado hace muy poco o te pasará en los próximos días que llegue a tu puerta algún amigo que necesite tus abrazos y tus palabras, sólo para que su alma se reconforte y sienta que no todo está tan mal. Hoy he buscado y he buscado, he llamado a muchas puertas, y todas se han abierto llenas de amor para mí, sin entender del todo lo que sucede, pero con el alma dispuesta a entregarme el calor que logre que mis músculos dejen de temblar. Necesito una lucecita, una sola, que me diga "por aquí, ven, ven, este es el camino", pero se nublan mis ojos y constato con angustia que no logro distinguirla entre la bruma.
La has visto tú, por casualidad de nuestras casualidades? Sabes dónde está esa lucecita que me hace falta? Acerca tu mano a la pared, no, no, no al cactus, a la otra pared, sí, esa, esa, esa... ahora busca el interruptor de la luz y enciéndela. Si tenemos suerte, en ese preciso momento se despejará un poco la niebla y veré tu lucecita allá en el fondo, brillando y dándome fuerza!
no se que me gusta mas leer, si tus post o los comentarios. este anonimo me pone los pelos de punta. es que no soy nada paciente. y me encanta como se comunican entre ustedes!!! pues yo aporto tambien algo, si duele, pero gusta y la barbada lucresia tiene razon, cuando menos pensemos estaremos ahi de nuevo. dedalus, deberias ir al doctor y que te pongan gafas o sera mas bien algo cerebral!! jeje anonimo, me tienes curiosa y menos mal no me escribes a mi! piojis mia, no te me escurras.
"Mi destino es la lengua castellana, El bronce de Francisco de Quevedo, Pero en la lenta noche caminada, Me exaltan otras músicas más íntimas. Alguna me fue dada por la sangre- Oh voz de Shakespeare y de la Escritura-, Otras por el azar, que es dadivoso, Pero a ti, dulce lengua de Alemania, Te he elegido y buscado, solitario. A través de vigilias y gramáticas, De la jungla de las declinaciones, Del diccionario, que no acierta nunca Con el matiz preciso, fui acercándome. Mis noches están llenas de Virgilio, Dije una vez; también pude haber dicho de Hölderlin y de Angelus Silesius. Heine me dio sus altos ruiseñores; Goethe, la suerte de un amor tardío, A la vez indulgente y mercenario; Keller, la rosa que una mano deja En la mano de un muerto que la amaba Y que nunca sabrá si es blanca o roja. Tú, lengua de Alemania, eres tu obra Capital: el amor entrelazado de las voces compuestas, las vocales Abiertas, los sonidos que permiten El estudioso hexámetro del griego Y tu rumor de selvas y de noches. Te tuve alguna vez. Hoy, en la linde De los años cansados, te diviso Lejana como el álgebra y la luna."
Jorge Luis Borgesen El oro de los tigres, 1972.
Casita en azulejos; bienvenidos, entren y tomen asiento
11 Kommentare:
Sí duele. Y sangra y escuece. Y nos alejamos y lo odiamos.
Aunque, sin saber cómo ni por qué, ya estamos queriendo besarlo de nuevo.
Busco y busco las palabras para confesarte mi sorpresa. Decidiste entonces que tus descubrimientos sean tangibles, acercaste con decisión tu mano, sin importar que las espinas se puedan clavar en tus dedos... Valiente, valiente!
Ahora me correspondería a mí aprender de tu ejemplo. Pero no encuentro la manera de responder a tu solicitud sin evidenciarme por completo. Podría decirte que el nombre de nuestro personaje en común lleva una A en el medio, pero seguro me odiarás por abrirte con eso tantas y tantas posibles identidades.
Mi linda Marieta, tampoco quiero agotar este juego de imaginación y adivinanza. Me asusta un poco que me descubras sin que antes hayas podido conocerme un poco más allá de las convenciones obvias de dos personas que se dan la mano. Entonces, entonces? Te dejo por ahora nuevamente sin respuestas? No, no, no, también tengo que aportar algo, supongo...
Veamos, veamos... un guiño desde el fondo del alma. Las vueltas de tu imaginación van por el rumbo correcto, has logrado percibir mi cuerpo de mujer, con las alas de ángel que tú me has prestado. Vamos orientando entonces las cábalas hacia este frágil universo tan lleno de rayos de fuerza, qué te parece?
A cambio de la alegría que me produce este encuentro contigo a través de imágenes y palabras, estoy dispuesta entonces a enfrentarme también a las espinas y comprobar así qué tan lejos pueden llegar los límites del no-dolor. Sigamos con las pistas, a ver a donde nos llevan...
Un beso desde este otro rincón soleado!
No; me he acercado y no, efectivamente, no huele... ¡¡¡Pero me he pinchado la nariz, maldita sea!!!
Aún y todo, un beso.
Seguro a ti no te duele ¿pero a la planta? :) Desvarío, debe ser el sol ;)
Para que veas lo rápido que es el corazón para enredarse, ya apenas unas horas después de mi mensaje anterior estoy acá de nuevo estrenando un par de arruguitas en el alma. Qué problema! Cuándo me sanaré por completo de esta manía de momentos de fragilidad y duda?
Ojalá pueda leerte pronto de nuevo. Me hace falta tu presencia... Besos!
¡Hey! Acabo de leer el comentario de Anonym (antes no he tenido tiempo), y ¡¡¡YO LLEVO UNA "A" EN EL MEDIO!!!...
(En fin, mejor me retiro. Besos a las dos. Y a la barbada Lucresia y al mismo Reflex).
Jajajaja, mi querido Dédalus, no podía menos que contar con tu excelente sentido del humor! Ya ves, Marieta, cómo ellos mismos se van delatando, y poco a poco se irán candidatizando uno a uno para ser el amigo fantasma que nos ha llevado a encontrarnos. Pues sí, con algo de suerte puede que sea Dédalus, con todas las vueltas que da la vida de vez en cuando!
Besos, besos, a Marieta y a todos sus amigos con una A en el medio...
Depende de la anestesia de todo dedo, de la frialdad del pinchazo, de la sequía en tono sepia que nos deja el cactus al llevarse nuestra sangre a su secreto cardumen de jugos. Besos.
Seguramente te ha pasado hace muy poco o te pasará en los próximos días que llegue a tu puerta algún amigo que necesite tus abrazos y tus palabras, sólo para que su alma se reconforte y sienta que no todo está tan mal. Hoy he buscado y he buscado, he llamado a muchas puertas, y todas se han abierto llenas de amor para mí, sin entender del todo lo que sucede, pero con el alma dispuesta a entregarme el calor que logre que mis músculos dejen de temblar. Necesito una lucecita, una sola, que me diga "por aquí, ven, ven, este es el camino", pero se nublan mis ojos y constato con angustia que no logro distinguirla entre la bruma.
La has visto tú, por casualidad de nuestras casualidades? Sabes dónde está esa lucecita que me hace falta? Acerca tu mano a la pared, no, no, no al cactus, a la otra pared, sí, esa, esa, esa... ahora busca el interruptor de la luz y enciéndela. Si tenemos suerte, en ese preciso momento se despejará un poco la niebla y veré tu lucecita allá en el fondo, brillando y dándome fuerza!
Seguiré esperando tus noticias! Un beso...
no se que me gusta mas leer, si tus post o los comentarios. este anonimo me pone los pelos de punta. es que no soy nada paciente.
y me encanta como se comunican entre ustedes!!! pues yo aporto tambien algo, si duele, pero gusta y la barbada lucresia tiene razon, cuando menos pensemos estaremos ahi de nuevo. dedalus, deberias ir al doctor y que te pongan gafas o sera mas bien algo cerebral!! jeje
anonimo, me tienes curiosa y menos mal no me escribes a mi!
piojis mia, no te me escurras.
si duele es porque te lo buscaste
dp
Kommentar veröffentlichen