Hoy a punto de cruzar el umbral, Shostakovich conciertos y sonatas... Tu instrumento se convirtió en tu pareja, ya lo decían algunos; otros te ayudaron a cargarlo, porque es que llevarlo a las espaldas no deja de ser sexy, sutil y dedos-ratón.
En verano fue cielo, fue el recuerdo de algo que te emocionó: un abrazo de dos (¿o de tres?) que parecía, fueron novios...
Y allí yace esperando...al umbral, al cielo por la pose, la mirada y burbujas reventadas.