Donnerstag, Februar 01, 2007

Desilusión y a la cama con la boca amarga

Pero si esa conversación ha sido una de las más hermosas de mi vida... ¿te acuerdas? caminábamos por el centro de Bogotá, yo cogida de gancho de tu brazo fuerte y musculoso... mis pasos despaciosos y con el silencio a punto de quebrar, porque es que quería contarte eso que me había pasado y que había sido tan especial... no sabía cómo iba a hacerlo y como siempre, llegando a tí, entrando a tu mente por los laditos para disparar algo, que para un papá común no sería fácil de aceptar, me lancé y te confesé tantas cosas que había vivido por esos días. Tu me miraste desde las nubes, porque es que eres tan grande, tan enorme viejo y yo sólo sonreía nerviosa y dichosa. Me acuerdo de tus palabras (las mismas que hoy me hacen llorar al tener que suprimirlas, las mismas por las que padezco esta noche); palabras que tienen ese color a oro; palabras acompañadas por un par de lágrimas, que cayeron de tus ojos; palabras de un mejor amigo, de un aliado, de una persona que ama la vida, pero sobretodo la libertad...
Desilusión y a la cama con la boca amarga... así entraré esta noche a mis sueños, precipitada porque hoy siento que algo se nos quebró... y no es orgullo ni resentimiento... es tan sólo que se nos ha olvidado seguir creciendo juntos, seguir caminando juntos de gancho por las calles de Bogotá...