Salí con el alma agotada después de ir a visitarte.
Y ahí estábamos, vestidos como dos astronautas, huyéndole a eso que debes estar sintiendo. Tu carita redondita, pidiéndonos a gritos que no te vayamos a dejar sola, que no te abandonemos en esta zancadilla que te pone hoy la vida.
Parece ser que es cuestión de meses, uno o dos o más. Ya te he dicho lo paciente que debes ser; no te queda más remedio que sacudirte el estrés, olvidarte por un momento de las "obligaciones" y pensar en tí, saber a ciencia cierta que de ésta vas a salir.
Donnerstag, November 23, 2006
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