Samstag, September 27, 2008

Entre palabras, buscándote

,,Nähe

Wenn ich weit weg bin von dir
und wenn ich die Augen zumache
und die Lippen öffne
dann spüre ich wie du schmeckst
nicht nach Seife und antiseptischen Salben
nur nach dir
und immer näher nach dir
und immer süßer nach dir
je länger ich an dich denke
und manchmal nach uns
nach dir und nach mir und nach dir

Aber wenn ich bei dir bin
wenn ich dich küsse und trinke
und dich einatme
und ausatme und wieder einatme
wenn ich mit offenen Auge
fast nichts von dir sehe
ganz vergraben in dich
in deine Haut und in deine
Haare und deine Decken
die duften nach dir
dann denke ich an dein Gesicht
weit oben
wie es jetzt leuchtet
oder sich schön verzieht in rascherem Atmen
und denke an deine
klugen genauen Worte
und an dein Weinen zuletzt
im Fenster des Zugs

Wenn ich bei dir bin
ist vieles voller Abschied
und wenn ich ohne dich bin
voller Nähe und Wärme von dir."

(Erich Fried)

Montag, September 08, 2008

Casi tres de chocolate

Cada semana de este último mes, aparecen de vez en cuando ellos tres; uno con más intensidad que los otros. Depende de cómo se interpongan los astros por allá en el espacio. Uno es periodista, los otros dos escritores; bueno, los tres escriben de manera consagrada, han ganado premios por sus obras y coquetean a no dar más. Uno me llevó un chocolate del restaurante vegetariano el otro día. Esa misma tarde llegó el más viejo de los tres con una chocolatina de maní (les gusta cortejar con el dulce), sonreía yo por dentro porque había olvidado cómo son los hombres colombianos. El último, el más joven y más raro de todos, no ha necesitado de chocolates; es más directo y no le importa quién esté a su lado para lanzar flechas.
A mí me da risa tierna, me enrojezco por dentro y pretendo no dejarme sorprender por sus bondades. Son tres hombres consentidos como sí solos. Simpáticos, altruistas y llenos, a punto de explotar, de la inmensa creatividad que tienen. Son destellos de amargura, pero también de inspiración; son deseo de nostalgia e ironía. Cada uno libera esoterismo y frescura...

De ellos no sólo me alimento de chocolates, pero de cuentos e historias...ya por ahí aparecí en uno de ellos como uno de sus personajes. ¿Qué más decir? Son vida y risas relámpagos, son vibra y buenos compañeros a la hora de trabajar.

Donnerstag, September 04, 2008

Más o menos hace un año



Mi gato vestía de naranja, se pegaba a las paredes y sus ojos se desorbitaban con el flash de la cámara.
Hace un año mi gato era menos gato de lo que es hoy.
A pesar de que ya ha pasado más de un año, mi gato sigue siendo anaranjado, coqueto y desorbitado.

"No seas tan gato" -se lo volveré a decir mañana, cuando ya haya sido "hace un año".

Montag, September 01, 2008

"Principita acuariana"

Últimamente ha llegado un zorro a mis días, entre chaquetas y cuentos;
charlas y centro.

Un zorro que hay que y que me habrá de domesticar.

Anoche releí el capítulo XXI de "El Principito"; se me estaba olvidando que lo más bello estaba en lo elemental.


"Apareció entonces el zorro;

-Buenos días-saludó el zorro.

-Buenos días-contestó amablemente el principito que al darse vuelta en dirección a la voz no vio a nadie.

-Si me buscas, aquí estoy-aclaró el zorro- debajo del manzano...

-Pero..., quién eres tú?-preguntó el principito- Eres muy hermoso...



-Soy un zorro-dijo el zorro.

-Acércate..., ven a jugar conmigo-propuso el principito- Estoy tan triste!...

-Jugar contigo? No..., no puedo-dijo el zorro- Aún no estoy domesticado.

-Ah! Perdón-se excusó el principito.

Interrogó, luego de meditar un instante:

-Has dicho "domesticar"? Qué significa "domesticar"?

-Tú no eres de aquí-afirmó el zorro- Puedes decirme qué es lo que buscas?

-Busco a los hombres-respondió el principito- Dime, qué significa "domesticar"?

-Los hombres-intentó explicar el zorro- poseen fusiles y cazan. Eso es bien molesto. Crian también gallinas; es su único interés. Tú buscas gallinas, verdad?

-No-dijo el principito- Busco amigos. Qué significa "domesticar"?

-Ah!..., es una cosa muy olvidada-respondió el zorro- Significa "crear lazos".

-Crear lazos?-preguntó el principito.

-Así es-confirmó el zorro- Tú para mí, no eres más que un jovencito semejante a cien mil muchachitos. Además, no te necesito. Tampoco tú a mí. No soy para tí más que un zorro parecido a cien mil zorros. En cambio, si me domesticas..., sentiremos necesidad uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para tí único en el mundo...

-Creo que empiezo a entender-dijo el principito- Hay una flor... Creo que me ha domesticado.

-Es probable-contestó el zorro- En este planeta, en la Tierra, pueden ocurrir todo tipo de cosas...!

-Oh! No es en la Tierra-se apresuró a decir el principito.

El zorro se quedó no menos que intrigado.

-Acaso en otro planeta?

-Sí.

-Puedes decirme si hay cazadores en ese planeta?

-Oh, no! No los hay.

-Me está resultando muy interesante, Hay gallinas?

-No.

-No existe nada que sea perfecto-dijo el zorro suspirando.

Luego prosiguió:

-Mi vida es algo aburrida. Cazo gallinas y los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen como también los hombres se parecen entre sí. Francamente me aburro un poco. Estoy seguro que..., si me domesticas mi vida se verá envuelta por un gran sol. Podré conocer un ruido de pasos que será bien diferente a todos los demás. Los otros pasos, me hacen correr y esconder bajo la tierra. Pero el tuyo sin embargo, me llamará fuera de la madriguera, como una música. Mira! Puedes ver allá a lo lejos los campos de trigo? Yo no como pan, por lo que para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo nada me recuerdan. Es triste! Pero tú tienes cabellos de color oro. Cuando me hayas por fin domesticado, el trigo dorado me recordará a ti. Y amaré el sonido del viento en el trigo...

El zorro en silencio, miró por un gran rato al principito.

-Por favor... domestícame!-suplicó.

-Lo haría, pero... no dispongo de mucho tiempo-contestó el principito. Quisiera encontrar amigos y conocer muchas cosas.

-Sabes...? Sólo se conocen las cosas que se domestican-afirmó el zorro. Los hombres carecen ya de tiempo. Compran a los mercaderes cosas ya hechas. Y... como no existen mercaderes de amigos, es muy simple, los hombres ya no tienen amigos. Si realmente deseas un amigo, domestícame!

-Y... qué es lo que debo hacer?-preguntó el principito.

-Debes tener suficiente paciencia-respondió el zorro- En un principio, te sentarás a cierta distancia, algo lejos de mi sobre la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. La palabra suele ser fuente de malentendidos. Cada día podrás sentarte un poco más cerca.

Al otro día el principito volvió:

-Lo mejor es venir siempre a la misma hora-dijo el zorro- Si sé que vienes a las cuatro de la tarde, comenzaré a estar feliz desde las tres. A medida que se acerque la hora más feliz me sentiré. A las cuatro estaré agitado e inquieto; comenzaré a descubrir el precio de la felicidad! En cambio, si vienes a distintas horas, no sabré nunca en qué momento preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

-Qué son los ritos?-preguntó el principito.

-Se trata también de algo bastante olvidado-contestó el zorro- Es aquéllo que hace que un día se diferencie de los demás, una hora de las otras horas. Te daré un ejemplo. Entre los cazadores hay un rito. Todos los jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Para mí el jueves es un maravilloso día, ya que paseo hasta la viña. Si los cazadores no tuvieran un día fijo para su baile, todos los días serían iguales y yo no tendría vacaciones.


Fue así como el principito domesticó al zorro. Pero al acercarse la hora de la partida:

-Ah!-dijo el zorro- Voy a llorar.

-No es mi culpa-repuso el principito- Tú quisiste que te domesticara, no fue mi intención hacerte daño...

-Sí, yo quise que me domesticaras-dijo el zorro.

-Pero dices que llorarás!

-Sí-confirmó el zorro.

-Ganas algo entonces?-preguntó el principito.

-Gano-aseguró el zorro- por el color del trigo.

Luego sugirió al principito:

-Vuelve y observa una vez más el jardín de rosas. Ahora comprenderás que tu rosa es única en el mundo. Cuando vuelvas para decirme adiós, yo te regalaré un secreto.

Se dirigió el principito nuevamente a la rosas:

-En absoluto os parecéis a mi rosa. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Así era mi zorro antes, semejante a cien mil otros. Al hacerlo mi amigo, ahora es único en el mundo.

Las rosas se mostraron ciertamente molestas.

-Sois bellas, pero aún estáis vacías-agregó todavía- Nadie puede morir por vosotras. Es probable que una persona común crea que mi rosa se os parece. Ella siendo sólo una, es sin duda más importante que todas vosotras, pues es ella la rosa a quien he regado, a quien he puesto bajo un globo; es la rosa que abrigué con el biombo. Ella es la rosa cuyas orugas maté (excepto unas pocas que se hicieron mariposas). Ella es a quien escuché quejarse, alabarse y aún algunas veces, callarse. Ella es mi rosa...

Regresó hacia donde estaba el zorro:

-Adiós-dijo.

-Adiós-dijo el zorro- Mi secreto es muy simple: no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos.

-Lo esencial es invisible a los ojos-repitió el principito a fin de acordarse.

-El tiempo que dedicaste por tu rosa, es lo que hace que ella sea tan importante para ti.

-El tiempo que dediqué por mi rosa...-repitió el principito para no olvidar.

-Los hombres ya no recuerdan esta verdad-dijo el zorro- En cambio tú, por favor... no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...

-Soy responsable de mi rosa...-dijo en voz alta el principito a fin de recordar..."

Bonito, ¿verdad?