a veces lo que aprendí de Pedro: que las cosas no hay que tomárselas personalmente; que hay que morirse de la risa ante la desesperación de aquél que reclama, de ver las cosas desde lejos como si lo que estuviera pasando no me involucrara.
A veces se olvida y me salgo de las manos.
Donnerstag, Juli 19, 2007
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