Definitivamente no existe una fórmula para el olvido. El hueco de la ausencia de quien se ha ido para siempre, estará vigente a pesar del paso de los años. Triste es, que con el tiempo, los recuerdos se vayan desvaneciendo y sean fragmentos del cuerpo y de momentos, los que se dibujan como fantasmas.
Definitivamente es imposible traer a alguien de la muerte; regresarlo para abrazarlo, besarlo y decirle cuánta ha sido la falta y la pérdida para el mundo, su abandono.
Han pasado más de dos años desde la última vez que nos vimos. "En siete meses nos vemos", fueron sus palabras, mientras una escalera larga nos separaba. No sé qué pasó, por qué las cosas no salieron bien, por qué a los siete meses no nos volvimos a ver.
Hoy la extraño, hoy es uno de esos días en los que definitivamente es imposible escapar de la melancolía.