

Para Ratze y sus hojas otoñales, que dibujan su mirada, a través de sus actores, sus paisajes, sus cuentos y sus hadas...
Para el Nené que atomiza sus palabras para convertirlas en un cuidado cálido...
Para Angeldreams que pasea por nuestros sueños para re-unirnos con sus caricias y sus mimos; sus cristales y sus vinos...
Para Ary y las salpicadas de sus colores que no necesitan simetría porque son armónicos por sí mismos...